La ballena, el animal más grande del planeta, el trolebús de los mares, el símbolo del ecologista, resulta que vive de las rentas de una imagen creada por el hombre antipódica a la realidad. No son más que un embuste urdido por el márqueting y la hipocresía.
La ballena es objetivamente uno de los bichos más guarros del mundo, si no el primero. Este coloso oceánico, bien mirado, es una inmensa cagarruta flotante, un estercolero náutico, un submarino fecal. Tras analizar concienzudamente los miles de documentales acerca de ellas, uno llega a la conclusión de que no hay ballena limpia. Todas llevan pegadas a sus moles corporales toneladas de costras formadas por parásitos infectos, algas podridas, lapas enfermas y la más varia selección de mugre que pueda darse en la mar océana. Coño, si parecen plantas mejilloneras a la deriva; tan así que cuesta dios y ayuda distinguir su verdadera fisonomía. Uno ve a una ballena en las filmaciones del Custó y se estaría un cuarto de hora en averiguar cuál es la parte de delante y cuál la de detrás, si no fuese porque de vez en cuando asoma la cola por la superficie.
Sus primos los delfines, por el contrario, son aseados, primorosos y siempre relucientes. Y las orcas, tan criminalizadas ellas, parece que hayan salido de un túnel de lavado en cualquier hora del día, resplandeciendo como el coche de un ministro. En cambio las grandes ballenas, las que deberían dar ejemplo como supercetáceas, no se puede entender cómo, bañándose tanto, consiguen estar tan sumamente asquerosas. Eso sólo se explicaría admitiendo que son cerdas por vocación, sucias por temperamento, puercas por instinto. Un animal sarnoso, piojoso y tiñoso sin atenuantes. Lo peor del reino animal, sin duda. Ni siquiera las hienas que basan casi toda su dieta en engullir alimentos pasados de fecha y viven en secano, presentan un aspecto tan lamentable y desaliñado.
La ballena, pues, es un animal repugnante que debe ser exterminado: Por un planeta más limpio, acabemos con las ballenas.
(Manifiesto de la Plataforma para la Aniquilación de las Ballenas, a 20 de Diciembre de 2010, Día Mundial de la Higiene Planetaria)
Absenthismo 